Introducción

 

Las elecciones generales se acercan como un gran gigante de paso lento que todos podemos ver acercarse desde el horizonte político y hacia nuestras vidas. Los resultados de las primarias abrieron un espacio de incertidumbre único desde las aciagas jornadas de diciembre de 2001 en la todavía República Argentina. El candidato Javier Milei alcanzó el cielo de los 30 puntos y macristas y kirchneristas, peronistas y radicales por primera desde la restauración institucional del 2003 podrían perder la presidencia. 

 

Pero realmente es así la realidad electoral o asistimos a una ingeniería política más allá de lo evidente. En esta breve página nos permitimos ejercer el sano oficio de la desconfianza periodística para indagar en lo que pasó y lo que podrá pasar en unas elecciones que ponen de un lado la corporación política en todas sus variantes y del otro una sociedad y un pueblo cansado de vivir una democracia cada vez más desigual.

 

 

Ganó Milei

 

Ganó Milei, pero ganó sin candidatos provinciales en muchos distritos y fundamentalmente sin fiscales, fuera de un minúsculo grupo en la Capital Federal. Sin embargo en un súbito arrojo de conciencia democrática los partidos tradicionales defendieron los votos de la “gente” aunque no hayan elegido a patrióticos o cambistas. 

En todo el país, incluso en provincias donde el peronismo renovó gobernadores y los candidatos de la libertad avanza perdieron violentamente sus elecciones provinciales, el candidato Milei ganó con amplia mayoría las presidenciales. 

 

Cabe entonces preguntarse por qué y cómo hizo Milei para alcanzar semejante resultado en medio de un sistema electoral diseñado para el control manual de la boleta papel por parte de los fiscales. La respuesta es sencilla y no sólo abre suspicacias políticas sino también periodísticas. 

Fiscales patrióticos y amarillos sirvieron de granaderos de la boleta Milei bajo la caracterización y la orden política de cuidar los votos del economista ya que se evaluaba que el crecimiento de Milei hacia daño al rival. Este periodista presenció como en escuelas de José C. Paz fiscales de UP reponían la boleta de la libertad avanza en un acto de conciencia ciudadana. El cálculo no fue del todo desacertado, el crecimiento de Milei provocó un daño al rival, pero a todos sus rivales por igual, aunque en términos individuales la candidata Bullrich haya sufrido los mayores daños. 

Ganó Milei con los fiscales de Unión por la Patria y Juntos por el Cambio, ambos lados del nuevo y maltrecho bipartidismo argentino le allanaron un ballotage a un engendro pseudo libertario que desde las paso no hace otra cosa que declarar y accionar con titubeos acerca de sus propuestas extravagantes en economía. Milei hace y hará todo lo posible para  no ganar esta elección, el resto depende del pueblo. 

Massa modelo octubre

Desde que pasaron las primarias el candidato y ministro de economía Sergio Massa se ocupó de corregir las antipáticas variables macroeconómicas y luego y recién luego anunciar medidas de alivio frente al permanente y sostenido deterioro del poder adquisitivo de los ingresos. Pero estas alquimias propias de cualquier candidato que además gobierna , no son las herramientas que le van a garantizar a Massa su pasaje al ballotage, se trata de herramientas de acumulación electoral, gestos para poder hacer política, para tener “algo” con que abordar a ese electorado que espera desde 2019 el viaje imposible que lo regrese a noviembre de 2015. Una posible eliminación del impuesto a las ganancias en los salarios y una supuesta reducción de la jornada laboral serían las medidas a todo o nada que Massa tomaría en el resto de la campaña. 

Sin embargo la llave al ballotage la tienen los gobernadores e intendentes peronistas que esta vez no harán de custodios de la voluntad popular y encontrarán muchos más votos recurridos y menos faltantes de boletas que en las paso. Los milenistas saben que esta vez será más difícil y apuran acuerdos con parte del PRO para lograr una mínima infraestructura electoral que no los deje sin chances en provincia de Buenos Aires, el resto de la provincias están “jugadas” según la militancia del economista anarcocapitalista.

Massa va llegar al ballotage de la mano de intendentes y gobernadores y si llega a presidente será el presidente de los intendentes y gobernadores, ese es el mensaje “cívico” que le dejaron en las puertas del palacio de hacienda los federados de la todavía República Argentina. Con la provincia de Buenos Aires no alcanza. Con el gobernador de la provincia de Buenos Aires no alcanza, recuerde, nos necesita. 

 

Conclusión

 

No hay mucho que decir si el pueblo elige masivamente a Javier Milei presidente, será la tragedia social de una generación, su cicatriz histórica de la cual deberá aprender que al dinosaurio no se lo puede sacar a pasear con una correita. Bullrich por ahora parece un imposible y Massa siempre puede sorprender como alguna vez lo hizo el santacruceño de la birome, sin embargo la excepción alguna vez podría dejar de ser la regla en la política argentina. 

 

Queda por decir una sola cosa, si Massa será nuestro Macron porque Milei es nuestro Le Pen ojalá el pueblo argentino se monte los chalecos del color que quiera para defender en la calle y contra todos los derechos y conquistas sociales del pasado, el presente y el futuro que desee construir. 

 

Patricio Vivero

Director La Pelota Sindical