Una de las cadenas de carnicerías más importantes de Capital federal fué noticia en las últimas semanas producto de una fuerte denuncia de parte de sus trabajadores. 

Se trata de la cadena Res, con presencia en casi todos los barrios porteños. 

Hace poco más de quince días, clientes y trabajadores de la cadena decidieron no callar más ante las condiciones de trabajo condenables en las que deben desarrollar sus tareas los empleados de la firma. 

A pesar del miedo por represalias y a pesar de la amenaza constante de despidos los trabajadores de la carnicería nos hicieron llegar las primeras denuncias que motivaron publicaciones en nuestras redes sociales y el comienzo de este informe.

 

Las denuncias narran situaciones que nos remontan a las peores épocas de la década de los noventa en que la flexibilización laboral era la norma en aquellos años.

 

el único registro
sólo por un chat de whats app podemos encontrar las verdaderas condiciones salariales de los trabajadores

 

Nosotros trabajamos de lunes a sábados, hacemos 10 horas por día, entramos a las 11 hs y salimos a las 21, cobramos por semana, los días sábados. Algunos chicos cobran un porcentaje por tarjeta, pero el resto lo cobra en efectivo los días sábados. Si trabajamos los días domingo, cobramos el día como domingo, pero nos quedamos sin franco toda la semana, así que ya serían 15 días trabajados de corrido sin franco”

 

Cada testimonio lleva la amenaza del despido y por eso nos comprometimos a publicar esta realidad en el más estricto anonimato, sin embargo el lector, también el cliente de la cadena , como los trabajadores que sufren las arbitrariedades de la empresa encontrarán tristemente verdaderos cada uno de los relatos. 

 

 “En los recibos de sueldo aparece que trabajamos sólo medio turno, los recibos no nos sirven para nada, porque los montos que figuran son muy bajos. Si trabajamos domingos o feriados eso no llega a nuestros recibos de sueldo. El aguinaldo se cobra por el básico reducido que nos hacen figurar en el recibo”

 

Los sueldos que paga la cadena son miserables y los recibos de sueldos solo sirven para encubrir una situación de fraude laboral donde las paritarias jamás llegan a los bolsillos de los trabajadores.

 

“En las paritarias nos dijeron que los sueldos nos iban a subir el 8% pero nunca nos subieron, ahora nos dijeron que nos iban a subir pero no hay ninguna novedad, seguimos esperando, también pedimos remeras, borcegos, cofia, lo esencial para poder trabajar y no lo traen, los pocos que sí tienen los elementos de trabaja lo pagaron a través del descuento de un premio que nos pagan por no faltar y ese premio tampoco figura en ningún recibo de sueldo, solamente te lo pagan en mano” 

 

La situación parece no poder ser peor, sin embargo todo empeora cuando el sindicato que intenta tener la representación de los trabajadores de Res actúa como cómplice de la empresa para garantizar la condiciones infrahumanas de trabajo.

“Un día nos mandaron mensajes de un día para otro que nos vayamos sí o sí a afiliarnos al sindicato, nos sacaron fotos, dijeron que ya estábamos afiliados, que nos teníamos que retirar, pero nunca nos hicieron llegar el carné, no sabemos que hicieron con nuestros datos, le hicieron firmar a todos con la promesa de que les iba a llegar el carné a la casa o al trabajo pero eso nunca pasó”

 

 

Una vez más las autoridades de la actual conducción del sindicato de comercio de capital federal aparecen vinculadas a denuncias que los asocian a la entrega de derechos laborales y complicidad con las empresas. A su vez las denuncias motivaron el primer reclamo de encuadramiento por parte del sindicato de la carne de la capital federal 

 

 

Este breve informe de la Pelota Sindical se encuentra obligatoriamente en desarrollo, seguiremos dando cobertura a la realidad de los trabajadores de Res, intentamos ser un grito en el silencio ante la situación de grave injusticia laboral que sufren los trabajadores de una de las cadenas de más importantes de la actualidad al mismo tiempo que una voz de alerta para los clientes que confían en la seriedad de una empresa que comercializa nada más y nada menos que alimentos.